Entrada de hoy: vamos hacia el final de la carrera, hacia el final... Aún se ve tan lejano, pero, a medida que avanza, se me atisba un poquito más de ilusión en la mirada. Prefiero no pensar en el tiempo, si no en lo que aún me queda por trabajar, pero no puedo dejar de pensar en la idea de que, en poquito tiempo (meses) seré por fin ingeniero...

Ingeniero... Telemático para más pistas, aunque con la intención de seguir mi formación. No hay que pararse ni conformarse, pero tampoco será ya la gran presión a la que estoy sometido desde hace unos años: unos años la llevé mejor, otros la llevé peor, otros no la llevé... Pero queda menos y espero tener una buena recompensa.

De todos modos, en cierta medida, he tenido un buen adelanto: Arima. Ella me abrió los ojos definitivamente y me hizo seguir caminando cuando me había parado a descansar. Ahora, juntos, vamos hacia el final, hacia lo más bonito, entre lo ilusionante y el miedo por lo que está por llegar y ser capaz de responder a las espectativas. Ilusión y miedo, como todos... Digo yo...

Además, después del tiempo que lleva el blog sin actualizarse (y lo que falta, porque el tiempo aún escasea para llevarlo como me gustaría), hoy me he propuesto "desahogarme" un poco y dar rienda suelta a todas las palabras que quiero lleguen (aunque se, no llegarán) a la blogosfera.

Este blog aún no tiene un contenido interesante, pero se que llegará a tenerlo cuando mi mente vuelva a amoldarse al mundo real que me aguarda tras la pantalla de mi portátil...

Todo por llegar... Todo por esperar...

Y a seguir, que no podemos descansar. No nos está permitido. Aún...

FoN